La Santa Patrona de la ciudad es la Virgen de la Altagracia, una pintura traída a la isla por los misioneros españoles y que ahora aparece en la Basílica Catedral Nuestra Señora de la Altagracia. Cada año, el día de su fiesta (21 de enero)3, miles de dominicanos se reúnen para venerar la milagrosa imagen de lo que podría ser el santuario mariano más antiguo de las Américas. La Biblioteca Nacional española en Madrid cuenta con una carta del Lic. Luis Jerónimo de Alcocer, nacido en La Española, mencionando la veneración ya en 1650. La basílica actual fue construida en honor a la imagen, que queda representada en el Santuario de la antigua Catedral, que un corredor unirá a una basílica moderna adecuada para este tipo de grandes reuniones.
La Basílica Nuestra Señora de la Altagracia fue inaugurada el 21 de enero de 1971, debe su nombre a la virgen patrona del pueblo dominicano. Fue concebida por los arquitectos franceses Dunover de Segonzac y Pierre Dupré. Está basílica fue construida para reemplazar al antiguo santuario que data de 1572.
El 12 de octubre de 1970 fue declarada Monumento Nacional y el 17 de octubre el Papa Pablo IV la declaró Basílica Menor. Esta basílica es una gran escultura gris en forma de cruz latina. La puerta de entrada es de bronce bañada en oro y fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en Roma. Tiene un campanario con 45 campanas en bronce. Es un monumento visitado por miles de peregrinos cada año, quienes acuden a pedir y agradecer favores a la Santa Patrona del Pueblo Dominicano.
El Santuario atesora valiosísimas prendas de valor histórico, que son objeto siempre de la curiosidad de los visitantes; entre otras se encuentran principalmente: el marco de oro y plata de la Virgen, con incrustaciones de piedras preciosas, destacándose en él la rica esmeralda rodeada de brillantes, que su Santidad Pío X regaló a nuestro bien recordado Arzobispo Adolfo Alejandro Nouel en ocasión de su elección como Presidente de la República, y que ese ilustre prelado donó a la Virgen de la Altagracia como segura prenda de su amor y acendrada devoción; una gigantesca y artística custodia de oro de la era colonial; un elegante trono de planta con incrustaciones y campanillas de oro del año 1811 para sacar la procesión del Sagrado Cuadro de la Virgen; un vistoso guion de plata obsequio del Presidente de la Real Audiencia de Santo Domingo en el año de 1737; Igualmente, de oro y plata una porta viático; un crucifijo, dos cálices y copones, seis varas del palio, cruz y ciriales parroquiales, candelabros y floreros, y otros objetos del culto de plata antigua.
El Santuario San Dionisio de Higuey
Hoy la joya de mayor valor histórico, religioso, espiritual y material con que cuenta el santuario, es la hermosa corona de oro y piedras preciosas, rematada en una cruz de diamantes que sostienen dos ángeles de oro macizo, de siete filos de peso, que fue confeccionada con el oro y alhajas donados por el Pueblo Dominicano para su Canónica y Pontificia Coronación, celebrada sobre el Altar de la Patria el 15 de agosto de 1922.